Un pastor decide mostrar ejemplos concretos para ilustrar su sabiduría religiosa y para ello, al iniciar la misa, coloca cuatro frascos frente a los feligreses. Y, dentro de cada uno, pone lombrices de la siguiente forma:
- La primera lombriz en un frasco con alcohol.
- La segunda, en un frasco lleno de humo de cigarrillo.
- La tercera, en uno repleto de espermatozoides.
- Y la última, en un frasco con agua.
Al terminar la misa, en la que habló acerca de los pecados, mostró orgulloso los cuatro frascos: en el primero, la lombriz en el alcohol estaba muerta; la que estaba en el frasco lleno de humo de cigarro, también muerta; la del frasco lleno de esperma, muerta y tiesa, y la última, la del frasco con agua, ¡estaba viva! Entonces, con una sonrisa, preguntó en voz alta a los fieles: ¿Qué enseñanza nos da esta demostración?” Al principio, todo en silencio. En eso, una voz al fondo se escuchó. Se trataba de un señor mayor quien dijo: “Fácil. Mientras bebamos, fumemos y cojamos, ¡no tendremos lombrices!”
lunes, 28 de septiembre de 2009
Lombrices
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