jueves, 10 de abril de 2008

Abogados

Una tarde un famoso y acaudalado abogado iba en su limosina cuando vio a dos hombres a la orilla de la carretera comiendo césped.
Preocupado, ordenó a su chofer detenerse y bajó a investigar.Le preguntó a uno de ellos: - ¿Por qué están comiéndose el césped, muchachos?
- No tenemos dinero para comida. - dijo el pobre hombre
- Por eso tenemos quecomer césped.
- Bueno, entonces vengan a mi casa que yo los alimentaré - dijo el abogado.
- Gracias, don, pero tengo esposa y dos hijos conmigo. Están allí, debajo deaquél árbol.- Que vengan también, - dijo el abogado.
Volviéndose al otro pobre hombre ledijo:- Ud. también véngase, mi amigo.
El hombre, con una voz lastimosa dijo:- Pero, Sr., yo también tengo esposa y seis hijos conmigo!
- Que se vengan ellos también. - respondió el abogado.

Entraron todos en el enorme y lujoso carro, lo que no fue fácil, aún para unautomóvil tan grande como la limosina. Una vez en camino, uno de los pobres tipos miró al abogadoy le dijo:- Sr., Ud. es muy bueno. Gracias por llevarnos a todos !!! El abogado le contestó:
-¡Hombre, no tenga vergüenza, estoy feliz dehacerlo!.
Ahí van a ver que les va a encantar mi casa.... ¡El césped está como de metro y medio de alto!.

Moraleja:Cuando creas que un abogado te está ayudando, piénsalo dos veces............

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